lunes, 26 de enero de 2009

AÑO NUEVO CHINO 4707

Comienza el año del Buey, el segundo animal del Calendario Chino.
Para millones de personas en el mundo el Año Nuevo comienza desde el 26 de enero, apenas aparece la luna. En ese momento arrancará el año 4707, que tiene como protagonista a ese animal.

¿Quiénes son los nacidos en el Año del Buey?
El buey o búfalo (se han hecho diversas traducciones), es una figura que según sus creencias tiene mucho que ver con el trabajo, la prosperidad y la armonía. El Calendario Chino -que ha ganado popularidad en muchas culturas, ajenas a la oriental- es lunisolar y basa sus proyecciones en la influencia de la luna en elementos como el agua, en los seres humanos y los objetos vivos de la naturaleza.

Dentro de ese calendario la fecha más especial es, sin duda, la llegada del año nuevo. Ese que celebran con ruido y jolgorio más de 1.300 millones de chinos no sólo en su país, sino en otros como Estados Unidos y algunos de Europa a donde han emigrado.

En América Latina las grandes comunidades de chinos están en Brasil, Perú y Ecuador. Sin embargo, este año el país elegido para realizar la celebración más masiva es Argentina, donde se congregarán miles a conmemorar la llegada del Año del Buey.

Según la tradición, el Año Nuevo Chino comienza con la segunda luna nueva

Ésta sigue al solsticio de invierno boreal (celebrado el 22 de diciembre), lo que usualmente lo ubica entre el 21 de enero y el 21 de febrero, muy cerca del comienzo de la primavera. Por eso la fecha también es conocida como la Fiesta de la Primavera.

Las personas celebran con su familia.

Y así como en occidente el 31 de diciembre es vivido con mucha alegría e intensidad, en algunas culturas de oriente el primer día de luna nueva del año, que marca para ellos el comienzo de una nueva temporada, es celebrado sin excepción.

La tradición indica que quienes están lejos de su casa o familia hacen largos viajes para juntarse con los suyos, y que el nuevo año marca el comienzo de diez días de descanso o variación de actividades, en donde la gente se aleja de su trabajo habitual para dedicarse a su familia.

Por ejemplo, se obsequian plantas -como un bonsai- o semillas o mascotas y, dependiendo cómo florezcan o crezcan, así le irá a la persona en los próximos meses.

Entre los rituales más tradicionales está uno llamado “Caminos del Dragón”, que invita a la gente a ir a los templos y llevar 13 monedas, una por cada animal del Calendario y una por Buda. Se cree que así se multiplicarán las cosas buenas y llegará la prosperidad y el crecimiento.

También es muy tradicional quemar pólvora, que para ellos es una cuestión cultural para la que son adiestrados desde pequeños. La creencia indica que el ruido de la pólvora ahuyenta a los malos espíritus. Así mismo, que por el humo de la pólvora aparecen tres santos que por su fea apariencia espantan todo lo malo y ayudan a limpiarse de malas influencias.

Otra tradición, especialmente en el campo, es organizar una fiesta muy numerosa y ruidosa en la que los invitados de honor son los niños de la familia, con la idea de que entre más ruido hagan ellos y más griten y se rían, es mejor, pues su voz y su presencia y la compañía de las deidades que tienen los niños alejan a los malos espíritus hasta el otro año.

Entre las costumbres culinarias más usuales están comer brócoli (que para ellos es como comer esmeraldas), y muchos peces pequeñitos (que significan fecundidad, pero no en la procreación, sino en pensamiento, imaginación y producción), es decir en su parte espiritual y mental.

También es común comer unas especies de barquitos o lingotes de una masa especial que se llena de carne de pescado, cerdo o pollo, con la idea de que están comiendo "plata". Asimismo, comen mucha zanahoria con formas de búfalo o buey (o al animal al que corresponda el año).

miércoles, 21 de enero de 2009

LA ESENCIA DEL DAO Y LOS CONOCIMIENTOS TÉCNICOS











La antigua cultura china tiene una gran amplitud y profundidad; conmueven sus vastas connotaciones y ricos significados internos. En esencia, la cultura china enfatiza el alma y minimiza al cuerpo físico. Los sabios de la antigua China alcanzaron lo más minucioso y esencial de la existencia de las cosas; pudieron captar los fundamentos hallando las respuestas más precisas y directas a sus cuestionamientos.
Todo lo que ha impregnado a la cultura china es el Dao o el “Camino”, que une al Cielo con los seres humanos. Lao Zi exponía: “Los humanos siguen a la tierra, la tierra sigue al Cielo, el Cielo sigue al Dao, y el Dao sigue a lo que es natural”.
Los seres humanos y la naturaleza existen dentro de una armoniosa relación con el infinito cosmos. Cuando el ser humano va en contra de esa relación es cuando se producen los desastres. Por ello, todos los estratos de la cultura china se desarrollan en torno al Dao. Sea que se esté gobernando un país, celebrando una boda, rindiendo honores en un funeral, o cualquier aspecto de la vida diaria; todo se relaciona con el respeto del pueblo hacia el Dao.
El Confucionismo, el Budismo y el Daoísmo como núcleos de la cultura china, se manifiestan como una expresión del Dao.
En el “Dao De Jing” de Lao Zi, se discute una y otra vez sobre qué es el Dao. También es el centro del pensamiento confucionista. Confucio, explicando en qué se basaba su inspiración y conducta, decía: “Mi voluntad está en el Dao. Se basa en la virtud, se apoya en la benevolencia y en conducirse con erudición”. También el Fa (Ley) de la Escuela Buda es similar al Dao ; los monjes budistas llaman “obtener el Dao” a alcanzar la iluminación o la perfección. Hasta los ciudadanos llamaban a alguien con sabiduría, una persona que sigue el Dao o que fue distinguida por el Dao.
Asimismo, la cultura china posee un concepto muy especial sobre las habilidades y las técnicas. En la antigua China, la ciencia y la tecnología estaban muy avanzadas; e incluso adelantados a su tiempo. Los chinos tenían grandes conocimientos en medicina, agronomía, astronomía, construcción, artesanías, cerámica, tejido, impresión y preparación de alimentos; paralelamente poseían un alto nivel de literatura, arte, educación, gobierno e incluso estrategia militar.

Hace miles de años, China tenía una muy buena comprensión de la teoría militar; en el siglo V. a C., Sun Zi plasmó en el libro “El arte de la guerra” una amplia explicación de técnicas militares que aún hoy se usan como referencia.
Sin embargo, el desarrollo de estas técnicas no es lo realmente brillante. Lo verdaderamente es brillante es que la sabiduría de la cultura china no sólo demuestra cómo las cosas existen, sino también la razón por la que existen.
En realidad, enfatiza más el Dao que las habilidades. La cultura china siempre despreció las habilidades y destacó a las personas de gran virtud que respetan al Dao.
En el examen imperial para elegir funcionarios, no sólo se tomaban poemas y teoría política; eran escogidos los que tenían la más vasta comprensión de los clásicos confucianos, un amplio conocimiento de los escritos antiguos y modernos, y un excelente carácter moral.
No se descuidaba el desarrollo de las habilidades, pero sí se creía que la clave para entender la esencia de los conflictos es comprender la importancia del Dao y lo insignificante de la materia. Para solucionar los conflictos, debe entenderse la raíz de la cuestión, y el Dao abarca todas las cosas y no deja nada afuera, es la ley más fundamental de nuestro mundo; las habilidades o técnicas son una manifestación del Dao en el nivel más bajo y son una parte de éste. Por lo tanto, el Dao es el espíritu y las habilidades son el cuerpo, una es principal y la otra es secundaria. Los antepasados tenían un profundo conocimiento sobre este principio y fue alguna vez considerado la esencia de la cultura china.
Empapados en este principio, los antiguos chinos eran capaces de resolver los problemas desde su raíz y llegaban a la solución más directa. Encontrar la verdad es sumamente importante y la sabiduría de la antigua cultura china ya había conseguido un profundo grado de comprensión de las teorías de la humanidad, la vida y el universo. Enfocaban su estudio científico en los “tres dominios” (los cielos, la tierra y el hombre), que resumían los factores fundamentales para todo suceso en el mundo humano. Intentaban dominar este conocimiento para luego desarrollarlo en este mundo material.
Hoy, el hombre moderno utiliza el camino inverso para llegar a una solución.

Sun Zi en “El arte de la guerra” expuso: “La guerra puede conducir la vida a la muerte, es un factor de existencia o eliminación sumamente importante. Con comprensión estratégica y siendo plenamente conscientes de la situación, hay que considerarla en cinco puntos: primero el Dao, luego los cielos, la tierra, los generales y, por último, la técnica”. Aunque la gente moderna estudia los principios de Sun Zi, sólo se centran en sus esquemas de técnicas estratégicas y descuidan el Dao que es donde verdaderamente se fundamentan esos conocimientos técnicos.
El nexo entre el pueblo chino y la esencia de su cultura fue distorsionado y destruido, sólo quedan vestigios de frases y lugares turísticos despojados de su contenido interno. Tanto oriente como occidente se alejaron del Dao e intentan hoy resolver sus conflictos con el uso de técnicas o personas talentosas en las distintas ramas del saber. Así, el hombre se ilusiona con el avance de su desarrollo, que contrasta con el retroceso de su propia realidad. Aunque se pueda generar una economía próspera, ¿cómo puede perdurar o llegar a todas las personas si se encuentra en manos de gobernantes y empresarios carentes de toda virtud, humanidad o fe? Resolver los problemas fundamentales de la humanidad sólo con leyes y ciencia moderna, es como intentar sacar a la luna de un reflejo en el agua.





martes, 20 de enero de 2009

PROVERBIOS CHINOS EXPLICADOS






Los bellos caminos no llevan lejos

Los caminos adornados de bellos elementos distraen mucho y hacen perder el tiempo. Son anchos y cambian poco su aspecto: están satisfechos de ser como son.

Hay otros caminos, pedregosos, sin asfaltar, cubiertos de hierbas solitarias. Estos son los que toma el hombre prudente y sabio, porque puede limpiarlos, arrancar las malas hierbas, extraer piedras que impiden el paso y dejarlos aptos para transitar por ellos. Será su propio camino y el que marcará el destino a los que vienen detrás.

Cuando alguien sigue el camino de otro, aunque sea la senda de un ser extraordinario, queda en una simple imitación, una copia patética del iniciador, sin personalidad propia. Será un títere previsible de manos manipuladoras desde otra dimensión que ni ve ni comprende.

Ser uno mismo es una razón de ser.


La puerta mejor cerrada es aquella que puede dejarse abierta

¿Cerrada, abierta? ¿Amar, odiar? ¿Amigo, enemigo? Así se vive en los extremos.

Si nuestra puerta está abierta y no tenemos voluntad de cerrarla, proyectamos la idea de que lo aceptamos todo dentro de nuestro orden interno.

El equilibrio es la resultante de dos fuerzas que, aunque diametralmente opuestas, se complementan, que armonizan, una melodía que nace del encuentro de una mano flexible y una cuerda tensa.

Entonces, la puerta abierta se transforma en la puerta cerrada a la ignorancia que la sabiduría no conoce, tal como la luz no sabe de oscuridad.


El poder es el mayor enemigo de su dueño

Con el poder ocurre igual que con la comida. Si la cantidad que llevamos a la boca es excesiva, no podemos masticarla correctamente y hay serio peligro de arrojar fuera parte de ella por falta de capacidad bucal.

El poder, cuando es mayor que la aptitud para controlarlo, escapa de nuestras manos y puede causar mucho daño.

Tengamos prudencia y mesura, para que todo lo que usemos esté a la justa medida de la capacidad para manejarlo.


Un hombre feliz es como un barco que navega con viento favorable

La felicidad tiene alas y no se detiene mucho tiempo en el mismo lugar.

Es como el viento.

Somos la nao que, con su vientre cargado de sueños, con los ojos fijos en el horizonte, avanza lentamente hacia un puerto que se adivina en medio de la bruma que se disipa conforme avanzamos por los rieles de luz del mar.

Correr tras el viento con afán de alcanzarlo, es locura; pero hay que proveerse de velas y maniobrar de tal modo que, henchidas por la brisa nos permita ir tan ligeros como él. Esto es la mayor bienaventuranza que un marino puede alcanzar en su periplo por los mares de la vida.

lunes, 19 de enero de 2009

LA FIESTA DEL MEDIO OTOÑO





La Fiesta del Medio Otoño (Zhongqiu jie) se celebra el decimoquinto día del octavo mes del calendario lunar. Es una especie de acción de gracias, admiración de los hermosos dones de la naturaleza y reflexión al acercarse el final de la ardua tarea anual en el campo.
Las noches de otoño son más placenteras y para los chinos, la luna luce más grande y redonda en ésta época del año.
Por esa razón, la Fiesta del Medio Otoño es una celebración primordialmente relacionada con la luna, dedicándose todo el mundo a mirarla esa noche, lo cual constituye buena parte de la temática de la poesía clásica china.
Además, durante esta fiesta las familias se reúnen y comen yue bing (pasteles de luna), que son unos pasteles redondos con semillas de loto.
El hábito de comer pasteles de luna en esta fiesta tiene una historia bastante larga.

Los mongoles invadieron China en 1279 y fundaron la dinastía Yuan. Para asegurar su dominio, imponían la orden de que cada diez familias usaran un solo cuchillo en su vida cotidiana, así la gente no tenía armas de metal por lo que si querían sublevarse les resultara muy difícil. Además, estos mongoles, a quienes llamaban Dazi, perpetraban toda clase de maldades. Los habitantes, hartos ya de tantas injusticias, decidieron rebelarse; para ello, los organizadores concibieron la idea de promover a los vecinos a regalarse mutuamente pasteles de luna en vísperas de la fiesta de otoño. Dentro de los mismos se ponía una pequeña octavilla con las siguientes palabras: actuemos en conjunto el 15 del octavo mes para matar a los Dazi y acabar con la dinastía Yuan. Esta fue la forma como los insurrectos citaron a los vecinos al levantamiento que se proponían. Así, en la noche de la Fiesta del Medio Otoño de 1368, los chinos se alzaron en armas contra el invasor foráneo, expulsándolo más allá de los confines de la Gran Muralla.

Después, esta práctica de obsequiar pasteles entre el pueblo en vísperas de la fiesta se ha mantenido como una costumbre. Como el pastel lunar es redondo, representa la reunión familiar, además de la felicidad y satisfacción completa.
Cada provincia en China tiene su forma peculiar de preparar los pasteles de luna. En algunos sitios, como en Taiwán, la cubierta es más crujiente y quebradiza. En otros lugares, como en Guangdong, la cubierta es suave y más fina.
Sin lugar a dudas, los pasteles de luna al estilo cantonés son los más famosos.
Con el transcurso del tiempo la elaboración del pastel deviene mejor. Para el relleno se usan diversos ingredientes, tales como pipas, nueces, azúcar, cacao, chocolate, sésamo, jamón, etc.
Uno de los rellenos más comunes consiste en una mezcla de semillas de loto, pasta de dátiles y yemas de huevo. Tales ingredientes tienen relación con la rebelión en contra de los mongoles. Las semillas de loto representan las semillas de la rebelión; los dátiles la fecha del alzamiento; y las yemas el yugo opresor que debía ser extirpado.

Los chinos siempre han creído que la luna tiene una gran belleza, por eso han inventado muchas leyendas sobre ella. Entre el pueblo se difunde la historia de que en la luna vive una dama, que era esposa de Hou Yi, un personaje mitológico que derribó con sus flechas nueve de los diez soles que dañaban los cultivos. La Reina de la Corte Celestial, complacida por la heroica acción de Hou Yi, le entregó una pastilla de la inmortalidad y le indicó que debía tomarla después de un año de ayuno, meditación y preparación espiritual.
Al llegar a su casa, el arquero escondió su pastilla preciosa debajo de una viga, para que nadie la robara, y luego empezó su curso de preparación para la inmortalidad.
Pero la dama, conocida con el nombre de Chang O, durante la ausencia de su marido, vio una luz blanca que parecía descender de una viga del tejado, mientras que un olor delicioso llenaba las habitaciones. Con ayuda de una escalera llegó al lugar de donde procedía la luz, encontró la pastilla de la inmortalidad y se la tomó. De repente se sintió que estaba libre de las operaciones de las leyes de gravedad como si tuviese alas, y estaba ensayando su primer vuelo cuando regresó Hou Yi.
Él fue a buscar su pastilla y, al no encontrarla, le preguntó a Chang O qué había ocurrido.
La joven esposa, llena de miedo, abrió la ventana y salió volando. Hou Yi cogió su arco y la persiguió. La luna estaba llena, la noche clara y él vio que su esposa volaba rápidamente delante de él, a poca distancia. Justo cuando estaba aumentando la velocidad para cogerla, una ráfaga de viento lo tiró al suelo como una hoja seca.
Chang O continuó su vuelo hasta que llegó a la esfera luminosa, que brillaba como el cristal, de enorme tamaño y muy fría.
Al descubrir su error, ella quiso revertir el conjuro y se metió los dedos en la boca para tratar de vomitar la pastilla.
Tras mucho esfuerzo, Chang O tosió y la vomitó. Al tocar el suelo, la pastilla se transformó en un conejo tan blanco como el jade más puro, con un pilón y mortero.
Sin embargo, ella no pudo volver a su estado mortal y tuvo que aceptar el destino de vivir eternamente en su palacio lunar, acompañada del fiel conejo que machaca materias medicinales todos los días.

Además del animal, se veía una casia de 1.500 metros de altura. Debajo de este árbol, Wu Gang, otro personaje mitológico, no cesa de cortar leña.
Al aprender el arte de ser inmortal, Wu Gang había cometido faltas. Para castigarlo, los dioses le obligaron a derribar la casia de la luna.
Wu Gang empezó a cortar el árbol, pero cada vez que pegaba un hachazo, el trozo cortado crecía rápidamente y antes de que pudiera lanzar el siguiente hachazo, el tronco ya había recuperado su aspecto original.
Wu Gang nunca podría talar la casia de la luna, por lo que su castigo duraría indefinidamente.
Pero Wu Gang y Chang O no tendrían oportunidad de hacerse amigos.
Ambos estaban condenados a la soledad; pero a Chang O su belleza y juventud eterna no podían darle ninguna felicidad.
Y por esta leyenda, en la cultura china, la luna simboliza también la melancolía, la soledad y la añoranza de la familia.




jueves, 15 de enero de 2009

CONSEJOS CHINOS






Nunca olvides que existen cuatro cosas en la vida que jamás se recuperan :

La piedra, después de arrojada;
La palabra, después de proferida;
La ocasión, después de perdida,
El tiempo, después de pasado.

Uno.
Da más a las personas de lo que ellas esperan, y hazlo con alegría.


Dos:
Cásate con alguien con quien te guste conversar.
A medida en que vayan envejeciendo, tu talento para comunicarte se tornará tan importante como para todos los demás.


Tres:
No creas en todo lo que oyes,
No gastes todo lo que tienes,
No duermas tanto como puedas.


Cuatro:
Cuando digas " yo te amo", sé sincero.


Cinco.
Cuando digas “lo siento mucho” mira a los ojos de la persona.


Seis.
Estáte de novio por lo menos seis meses antes de casarte.


Siete:
Cree en el amor a primera vista.

Ocho:
Nunca te rías de los sueños de otros.
¡Quien no tiene sueños, no tiene mucho!


Nueve:
Ama profundamente y con pasión.
Puede que te hieran, mas es el único modo de vivir una vida completa.


Diez:
Cuando discutas, juega limpio. Por favor, nada de insultos.


Once:
No juzgues a nadie por sus parientes.


Doce:
Habla lento, pero piensa rápido.


Trece:
Cuando te hagan una pregunta que no quieras responder, sonríe y pregunta; “¿Por qué deseas saberlo?"


Catorce:
Recuerda que grandes amores y grandes realizaciones conllevan grandes riesgos.


Quince:
Di “salud” cuando alguien estornude.


Dieciseis:
Cuando pierdas, no pierdas la lección.


Diecisiete:
Recuerda lo de las tres "R":
* Respeto por ti mismo.
* Respeto por los otros.
* Responsabilidad por tus actos.


Dieciocho:
No dejes que una pequeña pelea haga perder una gran amistad.


Diecinueve:
Cuando notes que has cometido un error, toma providencias inmediatas para corregirlo.


Veinte:
Sonríe cuando atiendas al teléfono.
Quien te llama podrá percibirlo en tu voz.


Veintiuno:
Pasa algún tiempo solo y reflexiona.



miércoles, 14 de enero de 2009

EN AUSENCIA DE TI














Gansos salvajes vuelan hacia el Oeste.
Mi alma aguardará la luna llena;
en tanto, adornaré mi habitación
poniendo crisantemos en las cestas.

Quizás no escriba como Ma Xianglan,
pero por mis poemas
sabrás que día y noche
¡he sufrido tu ausencia...!



La expresión "gansos salvajes vuelan hacia el Oeste" alude a una separación no deseada.
La luna llena representa el reencuentro de quienes habían estado separados.
Ma Xianglan (Siglo VI), también conocida como Ma Shouzhen, además de poetisa fue pintora. En uno y otro arte fue la expresión del crisantemo, símbolo de la soledad entre los chinos.

ENTRE EL AMOR Y LA FILOSOFÍA









Ningún fénix me anuncia la llegada
del príncipe que espero
y nadie mira mis ojos rasgados
si pregunto por el embarcadero.

A las Tres Claridades
pido que me iluminen el sendero
porque a los cuatro mares siempre aspiro
teniendo al ave jinwei como ejemplo.

Entre el Amor y la Filosofía
se debate mi espíritu a un tiempo
cual barco de papel
convertido en juguete de los vientos.

Por mí, que se diviertan si eso quieren,
pero que sepan ellos
que aunque mi barco sea de papel
¡tiene timón de almendro!



Según la tradición china, el fénix aparecía para anunciar la llegada de un buen príncipe.
Preguntar por el embarcadero tiene el sentido de buscar la verdad.
Las Tres Claridades son el sol, la luna y las estrellas.
Aspirar a los cuatro mares es tener ambiciones universales.
El jinwei es un ave parecido a un cuervo. Cuenta la leyenda que Nüwa, la hija menor del emperador Shennong, se ahogó en el Mar del Este. Transformada en ave, lleva en su pico todos los días pajas, maderas y piedras para rellenar el mar. Si primero fue símbolo de venganza, con el tiempo devino en ejemplo de persistencia.
En China el almendro florece en invierno, siendo símbolo de coraje en la adversidad.